Triunfa en MAX México una fascinante cinta noir con tintes psicosexuales, ambientada en los años sesenta.
- Tequis Teve
- 8 jul 2024
- 3 Min. de lectura

Anne Hathaway protagoniza un thriller donde la amistad entre dos empleadas toma un giro siniestro.
En el cine, muchos momentos que cambian la vida de los personajes están ligados a la aparición de individuos peculiares con una visión única de la vida. Sin embargo, el vínculo entre ellos puede evolucionar de una amistad o idolatría a una obsesión o a un lazo más peligroso, como lo demuestra esta película estrenada en MAX México, que se ha convertido en una de las más vistas de la plataforma.
'Mi nombre era Eileen' ('Eileen' en su título original) es una cinta basada en la novela homónima de Ottessa Moshfegh publicada en 2015. La protagonista, Eileen (interpretada por Thomasin McKenzie), lleva una vida solitaria en los años 60: se despierta, trabaja en la prisión local, vuelve a casa con su padre alcohólico y repite la rutina al día siguiente, hasta que la glamorosa y cautivadora Rebecca (Anne Hathaway) llega para cambiarlo todo.
Eileen cae rápidamente bajo el hechizo de la nueva psicóloga de la prisión estatal donde trabaja, lo que la saca de su monótona rutina de hacer copias de expedientes y registrar las visitas del penal. Pero, ¿esa nueva libertad que está experimentando también conlleva la posibilidad de peligro?
La duración de 97 minutos de la película es refrescante en estos tiempos de narrativas extensas y complicadas, y el director William Oldroyd utiliza una economía narrativa que, lamentablemente, ha caído en desuso. La historia se beneficia enormemente de este enfoque, permitiendo al espectador seguir la trama con la misma curiosidad que Eileen siente hacia Rebecca, preguntándose cómo evolucionará esta relación y los cambios que traerá a su vida.
La personalidad de Hathaway siempre ha tenido un aire de altivez, y en esta película lo demuestra con gran eficacia. Su sonrisa gélida y ligeramente condescendiente, su forma de llevar el elegante y sexy atuendo de Rebecca, y el desdén apenas disimulado en su voz contribuyen a construir el mito de la femme fatale desubicada que debe encarnar en esta cinta.
McKenzie sigue impresionando, transmitiendo el anhelo y la curiosidad de Eileen con sus ojos, transformándose de una joven torpe a la mujer libre que siempre ha deseado ser. La actriz resulta convincente incluso cuando su personaje es llevado a extremos inesperados.
Una trama con tintes psicosexuales que, poco a poco, se desinfla hacia su final. Aunque la premisa de la llegada de una psicóloga que disfruta analizando casos terribles (como el de un preso que acuchilló a su padre mientras su madre dormía al lado) puede parecer el gancho para una buena trama, el tercer acto de la película resulta un poco desalentador, y el giro que se produce es algo difícil de digerir.
Sin embargo, todo esto está en consonancia con el género: las tragedias del cine noir dependen de lo improbable, lo inesperado, y planes que se arruinan repentinamente por capricho del destino. Y aunque las circunstancias aquí se desvían un poco de la norma, revelan la verdadera naturaleza de sus dos protagonistas de manera impactante.
Incluso con algunos altibajos en su estructura argumental, sustentada por grandes actuaciones, 'Mi nombre era Eileen' "cuenta una historia atemporal de feminidad, represión y resentimiento, narrada desde la perspectiva de los Estados Unidos de los años 60", como escribe Edgar Ortega para The Cinema Spot.
'Mi nombre era Eileen' está disponible en MAX México.
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